RECOMENDACIONES NUTRICIONALES EN EL CÁNCER DE CABEZA Y CUELLO.

Los tumores de cabeza y cuello comprenden un grupo de tumores malignos localizados en los senos paranasales, nasofaringe, orofaringe (amígdala, paladar blando, base de lengua), hipofaringe, laringe, cavidad oral (mucosa oral, encía, paladar duro, lengua y suelo de boca), lengua y glándulas salivares.

El tratamiento habitual en estos tumores es el combinado de radioterapia (RT), cirugía (CIR) y quimioterapia (QT). No obstante, este tipo de tratamientos puede producir importantes alteraciones de la masticación y la deglución, tales como disfagia tanto a sólidos como a líquidos, mucositis, xerostomía, disgeusia, astenia o anorexia, lo que puede desencadenar pérdidas de peso que conlleven a una desnutrición calórico – protéica en la mayoría de los casos. La malnutrición puede provocar en el paciente debilidad, cansancio, incapacidad de combatir las infecciones o aumentar las toxicidades durante el tratamiento oncológico. Para ello, es importante actuar de manera temprana ante los síntomas y los efectos secundarios que afectan la alimentación y causan pérdida de peso. La nutrición puede ayudar a los pacientes en diferentes aspectos como:

Tener un control del peso durante la enfermedad

– Prevenir o tratar problemas nutricionales, como pérdida del tejido muscular

– Mantener la fuerza y la energía al estar bien nutrido

– Mejorar o mantener la calidad de vida

– Fortalecer el sistema inmune a través de la alimentación

– Ayudar a mantener el apetito.

– Prevenir o atenuar algunos de los efectos secundarios que aparecen durante el tratamiento de la quimioterapia y radioterapia. 

Por ello, la labor de los dietistas nutricionistas dentro de un servicio de oncología radioterápica, es dar a conocer la importancia del consejo dietético en la mejora del estado nutricional de los pacientes con tumores de cabeza y cuello, además de motivar a los enfermos de la importancia de seguir una adecuada nutrición durante el tratamiento. Para ello, en consulta se trabajan algunas de las siguientes recomendaciones nutricionales:

 

CUIDADOS NUTRICIONALES GENERALES:

  • Elimine el consumo de tabaco y alcohol.
  • Es fundamental comenzar el tratamiento con una adecuada salud dental, respecto a reparación de piezas en mal estado o extracciones.
  • Las comidas principales deben ser nutritivas y saludables, para garantizar una adecuada calidad de nutrientes. El plato debe contener alimentos proteicos (legumbres, pescados, huevos, aves…) junto a verduras (crucíferas, zanahoria, calabacín…) e hidratos de carbono saludables (arroces integrales, patata, boniato…). Elegir como postre frutas de temporada que no sean ácidas (manzana, pera, plátano, frutas maduras…). Para una adecuada ingesta de vitaminas y minerales, se recomienda el consumo de frutas y verduras frescas y de temporada.
  • Intente evitar las comidas poco nutritivas como refrescos o zumos industriales, Abandone los alimentos precocinados, ultraprocesados y refinados (ej. bollería, snacks, cereales de desayuno…).
  • Si tiene dificultad para tragar, modifique la textura de los alimentos según sus necesidades para facilitar su ingesta, pasando de una ingesta sólida a una ingesta de fácil masticación, túrmix o semilíquida. Lavar abundantemente y de manera adecuada todos los alimentos crudos antes de ingerirlos.
  • Controle la pérdida de peso y enriquezca las preparaciones culinarias añadiendo alimentos que aporten mayor densidad calórico – proteica (aceite de oliva, aguacate, quesos curados, harinas de frutos secos, harina de cereales integrales…).
  • Evitar alimentos que puedan provocar atragantamiento, sustituyéndolos (ej. mejor utilizar harinas de frutos secos que frutos secos), o retire adecuadamente algunas de sus partes o los alimentos que puedan resultar un peligro (ej. pescados con espinas, huesos de frutas, hebras de vegetales, aceitunas, palomitas)…
  • Realice varias ingestas a lo largo del día y varíe con frecuencia las preparaciones alimentarias. Evite las comidas copiosas y abundantes, comiendo poca cantidad varias veces al día (6 – 7 veces)
  • Los alimentos y las bebidas deben ser ingeridos a temperatura ambiente, evitando temperaturas extremas (muy fríos o calientes).
  • Evite los alimentos irritantes, picantes, ásperos, excesivamente azucarados o comidas altamente sazonadas (vinagre, guindilla, pimienta negra, verduras de hoja verde crudas, galletas, picatostes, salsa barbacoa…).
  • Elija un ambiente relajado y tranquilo para comer, prestando importancia a la masticación de los alimentos y utilizando una posición adecuada. Evite hablar mientras come.
  • Durante todo el tratamiento es imprescindible mantener una adecuada higiene bucal, realizando enjuagues bucales con colutorios sin alcohol y utilizando cepillo de dientes suave, y en caso de poseer dentadura postiza mantenerla siempre limpia.
  • Establecer un programa de ingestas incluso cuando no hay apetito. La planificación en estos casos es lo más importante, por ello se recomienda empezar tener una buena planificación antes de empezar a cocinar o tener alimentos fáciles de transportar siempre a mano o en la despensa.
  • Un buen truco es comer con tenedores y cucharas de plástico desechables en los momentos con más alteración en el sabor de los alimentos o cuando la comida sabe a metal.
  • Por su bienestar físico y psicológico, realice siempre que pueda actividad física y mantenga una vida activa.
  • En caso de alimentación por sonda (nasogástrica o gastrostomía), lleve a cabo el plan nutricional establecido por el especialista.

 

Gema Andrade Cedeño

Estudiante Máster en Nutrición Personalizada y Comunitaria

Bianca Muresan

Dietista – nutricionista

Fundación QUAES en colaboración con el servicio Oncología Radioterápica ERESA