El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha puesto en marcha la campaña sanitaria “Tu mejor acción, hidratación”, con el fin de incidir en la importancia de hidratarse adecuadamente, en especial durante los meses de verano.
A continuación, se expone el decálogo de la hidratación, que pretende mejorar la calidad de vida y la salud de la población general, ayudando a mantener el equilibrio hídrico y evitando la aparición de síntomas relativos a los procesos de deshidratación:
1. Se aconseja el consumo de entre 2 y 2,5 litros de líquidos al día, a lo largo del día, incluyendo el agua que proviene de los alimentos. Se debe beber sin esperar a tener sed. Si se realiza actividad física en ambientes calurosos es necesario aumentar la cantidad de líquido.
2. Prestar atención a situaciones que pueden favorecer la deshidratación, como el calor y la sequedad ambiental anormalmente elevados, fiebre, diarreas, vómitos, etc. Se desaconseja realizar actividades físicas en horas centrales de días calurosos, exposición exagerada al sol, etc.
3. Los síntomas que orientan hacia un cuadro de deshidratación son, entre otros, sed, sequedad de las mucosas y de la piel, disminución de la cantidad de orina y, en casos más graves, pérdida brusca de peso, orina oscura y concentrada, somnolencia, cefalea y fatiga extrema.
4. El agua y otras bebidas son necesarias para asegurar una adecuada hidratación. En situaciones de deshidratación leve las bebidas con sales minerales, en concreto sodio, y con azúcares de absorción rápida pueden facilitar una mejor rehidratación.
5. Es conveniente hidratarse antes, durante y después del ejercicio ya que cualquier ejercicio físico, aunque sea moderado, produce la eliminación de cierta cantidad de agua y sales minerales, además de un consumo energético.
6. Además de los líquidos, ciertos alimentos, como frutas y verduras, nos pueden ayudar a mantener un buen nivel de hidratación.
7. Las comidas copiosas requieren un aporte suplementario de bebida.
8. Si realiza algún tipo de dieta pueden variar sus necesidades específicas de hidratación.
9. Las bebidas alcohólicas no evitan la deshidratación e incluso pueden llegar a empeorarla.
10. La utilización de forma habitual de ciertos medicamentos (diuréticos, por ejemplo) puede afectar al estado de hidratación.
Fuente: Documento de Consenso “Pautas de hidratación con bebidas con sales minerales”, Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos
Lina Granell Vidal
Licenciada en farmacia nºcol 1628
Máster en Atención Farmacéutica Comunitaria