COVID-19 Y NUTRICIÓN

¿Qué podemos hacer desde la Nutrición frente al COVID-19?. En este breve artículo expondremos el papel de la Nutrición frente a la COVID-19 junto a algunos datos clínicos y epidemiológicos de la enfermedad.

La COVID-19 es la infección por un coronavirus recientemente descubierto. Tanto el virus como la infección eran desconocidos antes del brote de Wuhan (China) en diciembre de 2019.

La propagación de COVID-19 se da mayoritariamente de persona a persona a través de gotículas que salen al toser o hablar por boca o nariz. También es posible el contagio por tocar superficies contaminadas y posterior contacto en ojos, nariz o boca.

El 80% de la población infectada por COVID-19 se recupera sin necesidad de ingreso hospitalario. No obstante, se ha establecido que ser varón, padecer enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes, obesidad, cáncer…) y la edad avanzada son factores de riesgo y peor pronóstico.

La COVID-19 afecta de distintas maneras en función de cada persona. La mayoría de los afectados presentan síntomas de intensidad leve o moderada, y se recuperan sin necesidad de hospitalización. Otros en cambio presentan un cuadro clínico de mayor gravedad que requiere de medidas hospitalarias más intensivas, que e incluso puede llegar a comprometer la vida de quien lo contrae en los casos más severos.

Figura 1. Síntomas de infección por COVID-19. Fuente: Wikipedia

Según la información publicada por el Ministerio de Sanidad de España, a fecha 16 de septiembre de 2020, los datos son: 614.360 casos en España y casi 30 millones en todo el mundo. El total de fallecidos en España es de 30.243, con un total de 926.544 en todo el mundo.

Por tanto, la infección por COVID-19 puede afectar a nuestra salud y es potencialmente mortal. Así pues, además de las medidas de prevención conocidas de higiene y distanciamiento social, ¿qué podemos hacer desde el punto de la Nutrición?. Por orden de importancia, los puntos más relevantes son los siguientes:

1. Mantener un estado nutricional saludable. Evitar la obesidad y la desnutrición.

La obesidad es un factor de riesgo para muchas enfermedades (cáncer, diabetes, artrosis…), incluido la COVID 19, resultando en un peor pronóstico de la enfermedad. De hecho, el 80% de los pacientes con enfermedad grave por COVID-19 tenían obesidad, siendo esta un factor de riesgo independiente, al margen de, por ejemplo, la edad. La obesidad promueve un entorno proinflamatorio que agrava en la mayoría de los casos la infección por COVID-19.
Respecto a la desnutrición, esta se da más habitualmente en pacientes ingresados de larga estancia. El menú del hospital, sumado a las pruebas diagnósticas que requieran ayuno o la propia infección por COVID-19 (que reduce el apetito y produce fiebre, aumentando el gasto calórico basal) son factores que promueven la desnutrición aguda. También pueden estar presentes en el cuadro infeccioso que nos ocupa las náuseas, vómitos o diarrea, a lo que se sumaría una pérdida de olfato y sabor, reduciendo el placer de comer. Incluso en los pacientes leves, que no requieren ingreso, es habitual una disminución de 8-10 kg de peso corporal. No olvidemos que resulta posible ser obeso y estar desnutrido al mismo tiempo, cuadros ambos que derivan en un peor pronóstico.

2. Dieta mediterránea.

No existe una dieta preventiva frente a la COVID-19, tampoco una dieta óptima para pacientes infectados. En el primer supuesto es adecuada la dieta mediterránea en el contexto de una dieta normo-, hipo- o hipercalórica, según el caso. Para los pacientes infectados, si están en normopeso o bajo peso, será necesario una dieta hipercalórica e hiperproteica (Entre el 15% y 20% de las calorías ingeridas deberán ser de proteínas de alto valor biológico), añadiendo además calcio y vitamina D, si presentan déficit, para paliar la pérdida de masa muscular y ósea asociada al proceso.

En la práctica, todo esto se traduce en COMER MÁS legumbres, frutas, hortalizas, frutos secos y alimentos integrales. A ser posible con alimentos de temporada y proximidad.
También será necesario COMER MENOS sal, azúcares, grasas saturadas y trans, carnes rojas y embutidos, así como alimentos muy procesados.
Además, todo esto debe acompañarse del uso preferente de aceite de oliva virgen como aceite de cocina y agua como bebida principal.

En la actualidad, no hay casos registrados de transmisión de COVID-19 por alimentos. El virus no puede multiplicarse en los alimentos, aunque estos pueden ser vehículo del mismo.

3. Suplementos y alimentos especiales.

Los suplementos o alimentos mágicos no existen, tampoco para la COVID-19. Solo en el caso de que estemos haciendo bien los puntos anteriores (estando en normopeso o en dieta para llegar al mismo) podremos incorporar a nuestra alimentación algunos micronutrientes de interés.
Ni alimentos como el ajo, cebolla, jengibre o limón, ni suplementos como la lactoferrina o los probióticos ni micronutrientes como las vitaminas C, D, A, Magnesio o Zinc son útiles. Si bien es cierto que las vitaminas C y D o el mineral Zinc tienen su papel en el buen funcionamiento del sistema inmune, sobredosificar estos compuestos más allá de las necesidades diarias no ofrece ni protección frente a la COVID-19 ni un mejor pronóstico en los pacientes infectados. Mención aparte merece la vitamina D, por su acción inmunomoduladora y alta prevalencia de estados carenciales en nuestro medio. Pero aún y así, no se aconseja suplementar de manera sistemática a la población con vitamina D, salvo en los casos de mujeres gestantes o lactantes.

4. Aspectos no nutricionales pero relevantes: actividad física, vida activa y social para mantener buen estado mental

Al margen de las acciones a nivel nutricional comentadas, será necesario mantener una actividad física diaria de 30 minutos, combinando el ejercicio aeróbico y de cargas para el buen mantenimiento de los sistemas cardiovascular y osteomuscular. También será importante la vida social mediante el contacto con nuestros familiares y amigos, respetando las medidas de higiene recomendadas y por todos conocidas.
Será necesario limitar el estrés, enemigo del sistema inmune, por el poder inmunosupresor del cortisol y utilizar medidas para su control o liberación, como puede ser la propia actividad física o la fitoterapia (valeriana, amapola de california, pasiflora o espino blanco), entre otros.

En resumen, el papel de la Nutrición frente a la COVID-19 se basa en conocer el orden jerárquico de los factores que más influyen y que son: 1) Normopeso 2) Dieta mediterránea y 3) Asegurarse la correcta ingesta diaria de micronutrientes como las vitaminas C, D, A y Zinc.

Aclaraciones:
– Se entiende por normopeso la cifra de IMC (Índice de masa corporal) comprendida entre 18,5 kg/m2 y 24,9 kg/m2. Este valor se obtiene dividiendo el peso en Kg entre la altura en metros.
– El alto valor biológico de las proteínas se mide por la riqueza de aminoácidos esenciales. En general, los alimentos de origen animal son mejores fuentes de proteínas de alto valor biológico. También pueden obtenerse proteínas de alto valor biológico de fuentes vegetales mezclando, por ejemplo, legumbres y cereales.

Antonio Alfonso García
Farmacéutico y Dietista-Nutricionista
Graduado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos
Máster en Calidad y Seguridad Alimentaria
Estudiante de Grado en Medicina (sexto curso)

¿SER VEGETARIANO?

MEDITERRANEA_banner_VEGANOS_1200x628-02-1200x628Con una prevalencia del 1.5% en la población española, el ser vegetariano, esta en aumento en los últimos años. Es una opción de patrón alimentario motivado por compromiso personal, medioambiental, mejoría de los hábitos alimenticios entre otros.

Un artículo reciente publicado en la revista Nutrients sugiere que una diete rica en vegetales y con menor aporte de proteínas (carne y pescado)  tiene menor riesgo de sobrepeso u obesidad.

En el programa de la cadena SER adjuntado se debate los tipos de dietas vegetarianas, los efectos de la dieta vegetarianas, carne y pescado en nuestro organismo, los riesgos de los alimentos ultraprocesados «trampa” que se venden a los vegetarianos, cómo empezar a ser vegetariano, la suplementación de B12 y las proteínas de origen vegetal.

Presencia en el programa Dr. Carlos Sánchez -Jefe Servicio Endocrinología y nutrición del H. Universitario General de Valencia- y  Jéssica Ruiz – Nutricionista Servicio Endocrinología y nutrición HGUV

https://cadenaser.com/emisora/2019/10/02/radio_valencia/1570001999_964624.html

LA LISTERIOSIS EN 7 PREGUNTAS

El brote de listeriosis que ha saltado a la prensa es el más grave hasta la fecha en España. Ya se cuenta con unos 150 afectados y más de 500 casos sospechosos. En esta ocasión, se ha asociado el brote al consumo de carne mechada. La carne mechada es una carne de cerdo mezclada con panceta o tocino, cocinada en su propia grasa y a la que puede añadirse aceite de oliva, laurel o ajo para aumentar su sabor.

1- ¿Qué es la listerioris?

La listeriosises una enfermedad de transmisión alimentaria causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria Listeria monocytogenes.

2- ¿Cómo se contrae?

Se contrae con el consumo de alimentos contaminados como derivados lácteos hechos con leche no pasteurizada, frutas y verduras no lavadas, así como carnes o procesados cárnicos que no han sido sometidos a un tratamiento térmico suficiente o se han contaminado con posterioridad al mismo.

3- ¿Qué personas son más vulnerables?

Los niños, mujeres embarazadas, personas de más de 50 años, inmunodeprimidos (VIH+, trasplantados, oncológicos…) y personas con varias patologías crónicas (hipertensos, diabéticos, dislipémicos, EPOC…) son las personas más vulnerables.

4- ¿Cuándo y qué síntomas produce?

Desde que se consume el alimento contaminado hasta que aparecen las manifestaciones pueden pasar unos pocos días o hasta dos meses. Las personas menos vulnerables pueden no manifestar ningún síntoma o tener ligeras molestias gastrointestinales que se resuelven en pocos días.

Las personas más vulnerables pueden sufrir:

  • Vómitos y/o diarrea
  • Fiebre
  • Dolores musculares
  • Rigidez de cuello
  • Confusión y debilidad
  • Abortos o mortinatos en embarazadas

5- ¿Es contagioso?

No se contagia de persona a persona. Compartir cubiertos, ropa o utensilios no contagia la enfermedad.

6- ¿Cómo se trata?

A las personas de riesgo, tras la sospecha clínica de la enfermedad y corroboración analítica por hemocultivo o biología molecular, se les administra antibióticos como amoxicilina sola o asociada a gentamicina. En mujeres embarazadas la ampicilina es una mejor terapia, usando clotrimazol como alternativa, excepto durante el primer trimestre y último mes de embarazo.

Las personas menos vulnerables que sufran diarrea o vómitos tan solo necesitarán rehidratarse con un suero oral que contenga sales minerales y glucosa, dando descanso al estómago hasta remitir síntomas y signos.

7- ¿Se puede prevenir?

Se puede minimizar el riesgo tomando medidas como las siguientes:

  • Lavarse las manos antes y después de manipular alimentos.
  • Limpiar o utilizar utensilios de cocina distintos al manipular alimentos crudos y cocinados.
  • Refrigerar los alimentos a 5°C, separando los crudos de los cocinados.
  • Cocinar los alimentos al menos a 65°C en su interior durante 10 minutos.
  • Evitar el consumo de leche o derivados lácteos no pasteurizados.

Antonio Alfonso García
Farmacéutico y Dietista-Nutricionista
Graduado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos
Máster en Calidad y Seguridad Alimentaria

Las mil caras de la cirugía bariátrica

Entrevista realizada por Sara Tabares en el programa SER-Saludable sobre la cirugía bariátrica a dos expertos médicos de nuestro hospital, el Dr. Carlos Sánchez (endocrinólogo) y el Dr. Marcos Bruna (cirujano), así como el testimonio de una paciente.

https://cadenaser.com/emisora/2019/01/28/radio_valencia/1548676842_130648.html

“Ahora tengo energía, entreno y disfruto de la vida. La operación no me cambió la vida, fui yo con mis decisiones y mis acciones”, admite Ana, una empresaria de 44 años que pesaba 104 kilos antes de someterse a una cirugía para tratar su sobrepeso. Un año después pesa 73 kilos.

Los expertos constatan la eficacia de la cirugía bariátrica, con técnicas mínimamente invasivas, como una opción para plantar cara a una de las enfermedades más extendidas en la población: la obesidad.

Según datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, casi el cuarenta por ciento de los españoles (el 39,3%) tiene sobrepeso, y el 21,6% obesidad. Pero, ¿hasta dónde puede representar una solución una cirugía para estas patologías? ¿Qué riesgos implica? ¿Cuáles son los beneficios?

Los expertos coinciden en abordar este problema de salud pública, que afecta a distintas especialidades médicas, velando por un estilo de vida saludable que pasa por una modificación de hábitos.

A continuación el enlace para poder escuchar el audio de la entrevista completa: https://cadenaser.com/emisora/2019/01/28/radio_valencia/1548676842_130648.html

GLUTEN Y CELIAQUÍA

¿Qué es la enfermedad celíaca?

Es una patología crónica del sistema inmunitario que afecta al intestino delgado, en la que se produce la inflamación de la mucosa y la destrucción de las microvellosidades intestinales, lo que dificulta la absorción de vitaminas minerales y nutrientes.

Esta enfermedad es desencadenada por la ingesta de un conjunto de proteínas que se encuentran en cereales como el trigo, la cebada, el centeno, la avena, la espelta o el kamut y todos los derivados de estos.

¿Qué sintomatología provoca?

La mas común es de tipo digestivo: dolor abdominal, vómitos, diarrea, hinchazón o pesadez, especialmente coincidentes con la ingesta de alimentos con gluten. Pero la afectación no siempre es a nivel intestinal, también puede provocar lesiones en la piel, descalcificación, alteraciones analíticas como son el hierro bajo, la falta de vitaminas y minerales o la elevación de las transaminasas.

¿Cómo puede diagnosticarse?

Ante la sospecha de la enfermedad deberá realizarse un análisis sanguíneo de tipo serológico, para determinar la presencia de anticuerpos específicos, los cuales se encuentran elevados en caso de la inflamación de las microvellosidades que hemos comentado que se produce en la celiaquía, aunque no siempre estos anticuerpos se encuentran elevados.

Estén o no elevados los anticuerpos, el diagnóstico de certeza será la biopsia intestinal al inicio de intestino, para poder apreciar si las vellosidades se encuentran dañadas o no. Para realizar esta prueba no debe haberse retirado la dieta con gluten.

¿Cuál es su tratamiento?

El único tratamiento es la dieta sin gluten, la cual no debe iniciarse sin tener un diagnóstico de un especialista, ya que dificultará el diagnóstico de la enfermedad.

Para llevar a cabo una dieta sin gluten de manera correcta se aconseja:

  • Consumir productos como maíz, arroz, mijo o quinoa que se encuentren libres de gluten.
  • No se recomienda consumir productos a granel, ya que tiene un mayor riesgo de haber sufrido contaminación cruzada.
  • El etiquetado sirve para ayudarnos a conocer los componentes del producto, pero no garantiza la ausencia total del gluten. Los productos aptos deben incluir visiblemente “sin gluten”.
  • Al adquirir productos elaborados y envasado asegurarse de la relación de ingredientes que figura en el etiquetado o buscarlos en la lista de alimentos son gluten de FACE o en la aplicación FACEmovil.
  • Extremar la precaución en la manipulación de los alimentos en restauración. Como por ejemplo evitar compartir aceites para cocinar productos con y sin gluten o si un plato de legumbres contiene embutido con gluten no puede ser ofrecido a una persona celiaca aun habiendo retirado el embutido posteriormente a su elaboración.
  • Ante la duda de si un producto contiene o no gluten NO LO CONSUMA.

¿Control de la celiaquía?

Debe ser llevado a cabo por un médico y un dietista- nutricionista.

Gluten en los alimentos.

Como ya hemos comentado la presencia de gluten en los alimentos en muy común sobre todo en aquellos alimentos procesados como son la bollería, los empanados y rebozados con harina, salsas o en bebidas como la cerveza, sucedáneos del café o bebidas de avena. Por ello y aunque por ley los fabricantes deben incluir de forma clara y sin dar opción a confusión si el alimento tiene o no gluten, es muy importante conocer los símbolos oficiales:

FACE_ELS

La certificación nacional que garantiza que el producto final ha superado todos los controles exigidos y tiene niveles de gluten inferiores a 10 ppm (mg de gluten por kg de alimento).

El sistema de licencia europeo (ELS), una certificación internacional que garantiza un contenido de gluten inferior a 20 ppm en el producto final.

Gluten en los medicamentos.

Aun siendo mínima la ingesta de gluten, este daña las vellosidades intestinales de la persona celiaca. Por ello es importante prestar atención a los medicamentos, suplementos alimenticios y otras especialidades farmacéuticas ya que el almidón suele ser un excipiente muy empleado.

Según la normativa vigente, artículo 34 del Real Decreto 1345/2007, es de declaración obligatoria la presencia de gluten en la ficha técnica, el prospecto y el etiquetado (la caja del medicamento). Aunque la cantidad sea inferior a 20ppm de gluten se declarará su presencia y se especificará si es o no adecuado para celiacos. Si el medicamento contiene más de 20 ppm deberá especificarse la cantidad y tipo de almidón.

Es decir, leyendo el cartonaje o el prospecto podemos saber si un medicamento es o no apto para personas celiacas. Pero siempre será recomendable informar al farmacéutico, ya que como profesional especializado puede ayudar a identificar cuáles son los medicamentos aptos para personas celiacas.

Para más dudas consulta la página web: celiacos.org

Teresa Sáez Ramírez
Estudiante de Farmacia-Nutrición Humana y Dietética

Anorexia y bulimia: ¿enfermedades de una sociedad perfecta?

http://cadenaser.com/emisora/2018/11/26/radio_valencia/1543246578_006320.html

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) están presentes en nuestra sociedad y son una realidad que afecta a mujeres y a hombres

Según la clasificación DSM5 de diagnósticos de trastornos mentales de 2013, la prevalencia de la anorexia es del 0,4%, con una proporción mujeres hombres de 10 a 1; la de la bulimia 1 es del 1,15%, con una proporción de mujeres hombres de 10 a 1, y el trastorno por atracón 1,6% en mujeres y 0,8% en hombres.

Como un iceberg del que solo ves la parte superior, a veces los TCA son tratados como eso. Con motivo del día Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos Alimentarios, el 30 de Noviembre, el  programa de radio SER SALUDABLE intenta romper algunos mitos:

  • Los trastornos de la alimentación no son una cuestión de vanidad y de querer presumir.
  • Es falso que todas las personas con un trastorno de la alimentación estén muy delgadas, de hecho cubren un amplio espectro en el rango de peso.

Este capítulo lo escriben los psicólogos Alberto Soler, autor de Hijos y padres felices, y Gema García, profesora de la UCV y terapeuta del centro TITCA; el médico endocrino del Hospital General de Valencia, Carlos Sánchez, y María, una chica que puede volver a mirar la vida de frente tras haber superado un momento de crisis provocada por un trastorno alimentario.

María puede mirar a la cara a la bulimia: “Mi vida no valía la pena… Me puse en tratamiento. Quería darle una oportunidad y fue de lo mejor que hice. Es un camino duro, pero se puede salir. Es volver a la vida”. A veces todo empieza por unos padres para los que nunca nada es suficiente; otras por una dieta…

Con ellos vamos a mirar a la cara a los trastornos de la conducta alimentaria.

El programa completo y el audio en el siguiente enlace: http://cadenaser.com/emisora/2018/11/26/radio_valencia/1543246578_006320.html

Mitos, fraudes y verdades sobre fármacos y obesidad

http://cadenaser.com/emisora/2018/11/05/radio_valencia/1541415974_192148.html

El sobrepeso es un problema de salud pública, su tratamiento supone alrededor de 2.500 millones de euros de gasto para nuestro sistema sanitario.

“He llegado a un punto en el que no puedo subir las escaleras de mi casa”, admite un joven con sobrepeso. ¿Qué ha hecho que la mitad de la población tenga sobrepeso (el 36,6%) y el 13,7% obesidad? Las farmacias están llenas de escaparates que anuncian productos contra el sobrepeso: adelgazantes, saciantes, quemagrasas…

El sobrepeso es un problema de salud pública, su tratamiento supone alrededor de 2.500 millones de euros de gasto para nuestro sistema sanitario. ¿Cómo abordamos esta situación? ¿Los fármacos pueden ser un punto de apoyo? ¿Cuáles funcionan? ¿Existen nuevos? ¿Son los fármacos una primera línea de tratamiento para hacer frente al sobrepeso y a la obesidad? El endocrino del Hospital General de Valencia, Carlos Sánchez junto con la doctora Beatriz Voltas Arribas y la Dietista – Nutricionista Jéssica Ruiz escriben este capítulo de SER SALUDABLE en el que descubriremos qué papel cumplen los fármacos en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad.

El programa completo en el siguiente enlace: http://cadenaser.com/emisora/2018/11/05/radio_valencia/1541415974_192148.html

 

Grasas «trans», omega 3 y aceite de coco: realidades y mitos

http://cadenaser.com/emisora/2018/09/27/radio_valencia/1538039780_305208.html?ssm=fb

El corazón es uno de los órganos “jefes”, un director de orquesta del organismo y debemos cuidarlo como toca. Es el órgano principal del sistema cardiovascular. Se trata de un músculo que bombea sangre oxigenada y nutrientes a los tejidos de todo el cuerpo a través de la sangre.

Según los datos facilitados por la Fundación Española del Corazón, parece que no lo cuidamos como merece. El Instituto Nacional de Estadística muestra que la enfermedad cardiovascular se posiciona como la primera causa de muerte en España, por delante del cáncer y las enfermedades del sistema respiratorio. La media de mortalidad española por enfermedad cardiovascular se sitúa en el 29,17%. La Comunitat Valenciana se sitúa por encima de la media en muertes por enfermedad cardiovascular con un 30,45%.

Comer de forma diferente puede ayudar a que esas cifras cambien. Pasamos la lupa por un tipo de alimentos que nos rodean: las grasas. En este último año la investigación ha avanzado, se han descubierto muchas cosas y la ciencia ha matado muchos mitos: grasas “trans”, suplementos de omega 3 y aceite de coco. Todos pasan por el análisis de Carlos Sánchez, nuestro endocrino del Hospital General de Valencia.

 1. No todas las grasas son iguales.

Las saturadas, que se encuentran sobre todo en las carnes y en la leche (entera). En general suben los valores de colesterol en sangre y, por tanto, y si se consumen en exceso y de forma constante, predisponen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Hay diversos tipos de grasas saturadas y en función de la cantidad en cada alimento, su influencia podría ser más o menos perjudicial.

Las monoinsaturadas, contenidas en el aceite de oliva pero también en el de colza y en alguna carne de animales (cerdo ibérico). Son grasas beneficiosas desde el punto de vista cardiovascular porque, además, parece que intervienen favorablemente en el desarrollo de estas enfermedades por su acción antinflamatoria y antioxidante.

Poliinsaturadas, que a su vez se dividen en omega 3 (contenidas en los pescados grasos) y omega 6 (en los aceites vegetales: girasol, maíz, etc). Estas grasas tienen efectos beneficiosos cardiovasculares.

2. Grasas “trans”, grasas a evitar.

Un tipo especial de grasas son las “trans” que, aunque están presentes en pequeñas cantidades en algunos alimentos procedentes de rumiantes, son de origen industrial (bollería industrial, galletas, alimentos precocinados, snacks como patatas fritas, maíz y otros aperitivos, helados, cremas y batidos) y, además de elevar los valores de colesterol en sangre, tienen efectos proinflamatorios que predisponen a desarrollar diabetes y enfermedades cardiovasculares. Su consumo debería evitarse y los gobiernos legislar su desaparición de todos los alimentos de uso tan frecuente entre la población infantil y juvenil. En Estados Unidos, la FDA(US. Food and Drug) ha ordenado a la industria eliminar las grasas “trans” de sus productos.

3. El mito de los suplementos de omega 3.

Un metanálisis publicado por Cardiology JAMA demuestra que los suplementos (farmacológicos) no confirman que sean beneficiosos para prevenir las enfermedades cardiovasculares ni, como se presentó hace aproximadamente 10 años a raíz de un estudio italiano, en el tratamiento de personas que han padecido un infarto de miocardio. Existen suplementos, también de grasas omega 6, pero de igual manera, hasta la fecha no existen estudios concluyentes que confirmen sus beneficios sobre el corazón o previniendo alguna enfermedad. Por tanto, los suplementos (farmacológicos) no están por el momento indicados, pero sí el consumo de alimentos ricos en omega 3 Y 6.

4. Aceite de coco, ¿una moda… sana?

A pesar de ser una grasa de origen vegetal, contiene mayoritariamente grasas saturadas. Utilizado de forma predominante y durante tiempo, predispone a desarrollar enfermedades cardiovasculares. Ha formado parte durante mucho tiempo de las «grasas vegetales» utilizadas por la bollería industrial, al igual que el denostado actualmente aceite de palma. La Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) ha desaconsejado su uso, ya que podría ser perjudicial para nuestras arterias y nuestro corazón.

5. Así SÍ.

Como recomendación, más que reducir el consumo total de grasas (se produciría, por ejemplo, un mayor consumo de hidratos de carbono con otro tipo de repercusiones médicas), se aconseja sustituir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas por los que contienen grasas mono y poliinsaturadas. Esto y para entendernos, y así lo recomiendan los estudios médicos más rigurosos actuales, significa adaptar o mantener nuestra dieta mediterránea, rica en aceite de oliva, pescado, legumbres, frutas (mejor que zumos), frutos secos y verduras. Los lácteos deberían ser desnatados.

PREBIÓTICOS, PROBIÓTICOS Y SALUD

La bacteria, primera forma de vida que pobló el planeta, se adaptó y evolucionó para colonizar los más variados ecosistemas, desde ambientes donde solo la vida bacteriana es posible por sus condiciones extremas como en nichos con una enorme competencia biológica por la mayor riqueza de recursos energéticos. En este último universo se engloba nuestro organismo, que es colonizado incluso antes de nacer por estos organismos microscópicos (se han aislado bacterias en el líquido amniótico). Tras el nacimiento, múltiples géneros bacterianos se asientan sobre la mayoría de nuestras superficies orgánicas, externas e internas, llegando a establecer una proporción de 10 células bacterianas por cada célula somática propia. Esta es una asociación que resulta útil para ambas partes en la mayoría de las ocasiones y que permite el desarrollo correcto del sistema inmunitario o el crecimiento somático normal, entre otros procesos. Cada día se descubren nuevos lazos de unión entre la microbiota que nos habita y nuestras células y cada vez se reconoce más la importancia de la población bacteriana para alcanzar y mantener la salud.

Actualmente se venden en España a nivel de farmacia, parafarmacia y grandes superficies, más de 300 productos probióticos y alrededor de 35 prebióticos, todo esto sin contar los simbióticos, que combinan pre y probióticos, ni los productos clásicamente probióticos como los yogures o el kéfir. La enorme oferta demuestra el gran trabajo de la industria alimentaria y farmacéutica en estos productos, que se nutren en realidad del interés que en el público despiertan como terapia «natural´´ a patologías como la colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, colon irritable, intolerancias, alergias u obesidad, todas ellas enfermedades en auge.  

En este artículo se desarrollarán los conceptos de prebiótico, probiótico y sus aplicaciones actuales para reestablecer la salud o prevenir su deterioro.

PREBIÓTICOS

Los prebióticos son compuestos alimentarios (oligo y polisacáridos no amiláceos principalmente) no digeribles que, una vez llegan al colon, sirven de sustrato y estimulan el crecimiento poblacional de determinadas especies de microorganismos beneficiosos y residentes (lactobacilos y bifidobacterias en su mayor parte), dotándoles de alimento y confiriendo al anfitrión de metabolitos como acetato, butirato, propionato, CO2, H2O, H2, CH4 y vitaminas. Los prebióticos más conocidos son galactooligosacáridos, fructooligosacáridos, inulina y lactulosa. Los prebióticos pueden encontrarse en fuentes alimentarias como alcachofa, cebolla, ajo o remolacha.

Fibra alimentaria no es lo mismo que prebiótico. Los carbohidratos no digeribles pueden clasificarse en dos grandes grupos: la fibra alimentaria (que a su vez se subclasifica en soluble e insoluble) y los prebióticos citados anteriormente. El apartado de fibra alimentaria se desarrolla en el excelente artículo de la farmacéutica y dietista-nutricionista Patricia García Alós.      (https://endocrinoynutricion.wordpress.com/2013/06/07/la-fibra-dietetica/)

La diferencia fundamental entre la fibra alimentaria y los prebióticos es que, mientras el primer grupo sirve para nutrir la población bacteriana presente en el colon y crear productos de interés para el anfitrión como vitaminas y ácidos orgánicos, los prebióticos, además de todo esto, permiten el crecimiento selectivo de especies beneficiosas, que en su mayoría son lactobacilos y bifidobacterias.

PROBIÓTICOS

Los probióticos son microorganismos vivos que pueden ejercer efectos beneficiosos para la salud si son ingeridos del modo adecuado y en cantidad suficiente. Las especies con más evidencia acumulada a su favor como probióticos son Lactobacillus acidophilus, L. reuteri, L. casei, L. casei GG, L. plantarum; Bifidobacterium brevis, B. infantis, B. longum; Streptococcus salivaris subespecie thermophilus, y levaduras como Saccharomyces boulardii.

A pesar de la enorme proyección que presenta el uso de probióticos en la profilaxis y la clínica, el consenso científico actual se ha concretado sobre unas pocas patologías, sobre todo gastrointestinales, comentadas a continuación.

Tratamiento de diarrea infecciosa no enteroinvasiva

La diarrea aguda puede definirse como un evento de duración inferior a 14 días, normalmente de 4-5 días, con un aumento de la frecuencia de las deposiciones o un descenso de la consistencia de las heces, con o sin fiebre y/o vómitos y autolimitado.

Las mayores evidencias a favor de los probióticos corresponden a esta patología. Las especies con más utilidad demostrada son S. boulardii, Lactobacillus GG y Lactobacillus reuteri DSM 17938.

El uso de probióticos en la diarrea aguda reduce la duración e intensidad del episodio, con mayor beneficio en casos de diarreas por rotavirus. Las cepas y dosis recomendadas son S. boulardii, cepa de S. cerevisiae (250-750 mg/día), L. reuteri DSM 17938, de 108 a 4×108 UFC. Para la prevención de la diarrea nosocomial, la World Gastroenterology Organization (WGO) recomienda el uso de Lactobacillus GG a dosis de 1010-1011 UFC/ dos veces por día.

Prevención de diarrea asociada a antibióticos

Aunque casi cualquier antibiótico puede causar diarrea, es más habitual con cefalosporinas, aminopenicilinas o clindamicina. En nuestro entorno es el antibiótico combinado amoxicilina-ácido clavulánico el causante más común. Los antibióticos suelen provocar disbiosis, con pérdida del equilibrio de la flora normal intestinal, cutánea o vaginal, entre otros. A nivel intestinal, la diarrea asociada a la toma de antibióticos puede llevar aparejada una colonización por Clostridium difficile. Este peligroso microorganismo puede cronificar o prolongar una diarrea, causar colitis pseudomembranosa, megacolon tóxico y hasta la muerte.

Se ha demostrado que puede reducirse el riesgo de colonización por Clostridium difficile mediante la administración de cepas de S. boulardii y Lactobacillus GG, a dosis ≥5×109 UFC/día (más de 2 cápsulas de 250mg de S. boulardii /día).  La ingesta del probiótico debe darse al inicio del tratamiento antibiótico y prolongarse tanto como dure el mismo. La única precaución es no administrar estas dosis a personas muy debilitadas o inmunocomprometidas para evitar el riesgo de fungemia o septicemia.

Según la WGO, S. boulardii, cepa de S. cerevisiae, administrado a dosis de 250-500 mg/dos veces al día o L. rhamnosus GG, 1010 UFC/ 1-2 veces al día son eficaces en la prevención de la diarrea asociada a antibióticos si hay riesgo bajo de colonización por C. difficile.

Prevención y mantenimiento de la remisión de la pouchitis

La colitis ulcerosa es una enfermedad intestinal inflamatoria crónica, en cuyo origen parecen estar implicados factores genéticos y ambientales. Esta enfermedad cursa con inflamación primero y ulceración después de la mucosa del recto o sigmoide, que puede propagarse a todo el colon e incluso llegar al íleon. Es habitual la alternancia de periodos libres de enfermedad con brotes de la misma. Las manifestaciones incluyen diarrea, heces con sangre y dolor abdominal, entre otras. En algunos pacientes con colitis ulcerosa puede ser necesario la extirpación completa de colon y recto, requiriéndose entonces la reconstrucción quirúrgica de un reservorio a partir de un tramo final de íleon, anastomosando después con el ano. Cuando se produce la inflamación de esta bolsa, denominándose reservoritis o pouchitis, se produce tenesmo e incontinencia fecal, diarrea y cólicos abdominales.

Tanto en el tratamiento como en la prevención de la reservoritis se ha demostrado cierta eficacia del producto VSL#3, que contiene 450 mil millones de bacterias liofilizadas mediante una combinación de 8 cepas de lactobacilos (Lactobacillus acidophilus, L. plantarum, L. paracasei, L. bulgaricus), bifidobacterias (Bifidobacterium longum, B. infantis, B. breve) y estreptococos (Streptococcus thermophilus).  

Otros campos donde el uso de probióticos puede ser potencialmente útil

Aunque este artículo se ha centrado en las alteraciones del tracto gastrointestinal, donde los probióticos pueden tener mayor relevancia para el tratamiento, hoy en día ya se están aplicando también para patologías como mastitis, vaginitis o incluso dermatitis atópica, con mayor o menor grado de éxito.

En el futuro es muy probable que aumenten las evidencias de la influencia de la microbiota en esferas de la salud más o menos alejadas del sistema gastrointestinal, como la obesidad (Ver artículo https://endocrinoynutricion.wordpress.com/2017/07/11/es-la-obesidad-contagiosa-el-metagenoma/ ) o desnutrición, alteraciones del sistema inmunitario (alergias), patologías neurológicas y trastornos del comportamiento (autismo y depresión), enfermedades cardiovasculares (aterosclerosis), metabólicas (diabetes mellitus) o en varios tipos de cáncer, así como la aplicación de nuevas técnicas como el trasplante autólogo o heterólogo de heces para reestablecer nuestra microbiota.

Antonio Alfonso García

Farmacéutico y Dietista-Nutricionista

Graduado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos

Máster en Calidad y Seguridad Alimentaria

Hipertiroidismo, una visión global

HIPERTIROIDISMO

El hipertiroidismo es el cuadro clínico que se deriva de un aumento de la actividad de la glándula tiroides.

Las hormonas tiroideas (T4 y T3), cuya síntesis está regulada por la TSH secretada en la hipófisis, tienen como misión fundamental regular las reacciones metabólicas del organismo. Así, el tiroides regula el ritmo de todas las funciones de nuestro cuerpo (metabolismo). Por tanto, el exceso de hormonas tiroideas provoca que las funciones de los órganos estén aceleradas. El hipertiroidismo se caracteriza por la elevación de los niveles de hormonas tiroideas en sangre, lo que produce una aceleración generalizada de las funciones del organismo.

Es una enfermedad frecuente que afecta alrededor del 1% de la población siendo más frecuente en mujeres.

Causas

Existen diferentes tipos de hipertiroidismo. Casi todos se deben a un exceso de formación de hormonas tiroideas. Es por eso que, en la gran mayoría de ellos, el tamaño del tiroides se encuentra aumentado, es decir, además de hipertiroidismo existe bocio. El bocio se aprecia como un aumento del volumen de la región anterior del cuello.

Los hipertiroidismos más frecuentes son los debidos a bocio difuso (enfermedad de Graves-Basedow) y a bocio nodular.

En el primer caso (enfermedad de Graves-Basedow), la causa se relaciona con la presencia de anticuerpos estimuladores del tiroides (enfermedad autoinmune) que, además de estimular el tiroides para que produzca grandes cantidades de hormonas tiroideas, puede dar lugar a la aparición de ojos saltones (exoftalmos) y a inflamación de la parte anterior de las piernas (mixedema). Es más frecuente en personas jóvenes (mujeres entre 30-50 años) y es la causa más frecuente de hipertiroidismo.

Los bocios nodulares tóxicos (por una razón que se desconoce, alguna zona del tiroides empieza a producir una cantidad de hormonas mayor de lo normal) son de superficie rugosa (un nódulo único o varios –multinodular-) y el hipertiroidismo en estos casos ocurre con más frecuencia en personas de edad avanzada.

En otros casos el hipertiroidismo se debe a la inflamación de la glándula, que puede ser muy dolorosa, y da lugar a la suelta de hormonas tiroideas debido a la rotura de las células que las contienen. Estos procesos se llaman tiroiditis, se creen causados por una infección viral y suelen acompañarse de fiebre y malestar general los días previos. La toma de pastillas de hormona tiroidea puede ser también causa de hipertiroidismo (yatrógeno).

 Clínica

Síntomas-de-la-Enfermedad-de-Graves-Basedow (1)

Los síntomas del Hipertiroidismo se deben a la aceleración de las funciones del organismo. El nerviosismo excesivo, insomnio, palpitaciones, cansancio inexplicable, sudoración fácil, mala tolerancia al calor, temblor de manos, pérdida de peso a pesar de coexistir con apetito aumentado y diarreas son manifestaciones clásicas de hipertiroidismo. En las mujeres se producen alteraciones menstruales.

En las personas ancianas puede ocurrir el llamado hipertiroidismo apático, en el que los síntomas se encuentran muy atenuados y a veces sólo se manifiesta por trastornos del ritmo cardiaco.

Cuando se asocian ojos saltones, la probabilidad de que se trate de una enfermedad de Graves-Basedow es muy elevada.

Si el bocio alcanza un gran tamaño puede producir síntomas de compresión en el cuello como sensación de presión, dificultad para tragar alimentos o afonía.

Los casos de enfermedad de Graves-Basedow pueden tener una evolución oscilante con remisiones temporales si no se tratan.

No obstante, cualquier tipo de hipertiroidismo sin tratamiento puede desembocar en una situación aguda llamada crisis tireotóxica que se caracteriza por deshidratación, taquicardia o arritmia cardiaca severa, insuficiencia cardiaca, obnubilación y afectación del estado de conciencia. Eventualmente puede ser mortal por lo que requiere tratamiento urgente. No obstante, con las pautas de tratamiento habituales el hipertiroidismo es una enfermedad fácilmente controlable y curable.

Diagnóstico

Ante la sospecha o confirmación diagnóstica de Hipertiroidismo, lo ideal es ponerse en manos de un especialista en endocrinología y nutrición que le indicará las pruebas diagnósticas y prescribirá el tratamiento más adecuado según la causa y circunstancias personales de cada caso.

El diagnóstico se basa en:

  • Un examen físico valorando la aparición de bocio, de exoftalmos o de mixedema y se confirma con pruebas de laboratorio.
  • Una analítica de sangre determinará si las hormonas tiroideas (T3 y T4) están elevadas y si la hormona estimulante del tiroides (TSH) está baja.

A veces se busca la presencia de anticuerpos estimuladores del tiroides que causan la enfermedad de Graves-Basedow aunque no es imprescindible.

La ecografía y la gammagrafía tiroideas  ayudan a valorar el tipo de bocio y de hipertiroidismo y a completar el estudio, aunque tampoco son imprescindibles.

Tratamiento

No existe un tratamiento único que sea el mejor para todos los pacientes con hipertiroidismo. El tratamiento que su médico seleccionará depende de su edad, el tipo de hipertiroidismo que usted tiene, la severidad de su hipertiroidismo y otras condiciones médicas que puedan afectar su salud.

FÁRMACOS ANTITIROIDEOS:

Son conocidos como agentes antitiroideos –carbimazol, metimazol o propiltiouracilo– y actúan obstruyendo la capacidad de la glándula tiroides de producir hormona tiroidea. Estos fármacos funcionan bien para controlar la glándula hiperactiva y controlar el hipertiroidismo rápidamente sin causar daño permanente a la glándula tiroides. En un 20-30% de pacientes con enfermedad de Graves, el tratamiento con “antitiroideos” por un período de 12 a 18 meses resultará en una remisión prolongada de la enfermedad. Para los pacientes con bocio tóxico nodular o multinodular, los fármacos antitiroideos controlan el hipertiroidismo pero, habitualmente, se usan como preparación para un tratamiento definitivo con yodo radiactivo o cirugía.

Los antitiroideos pueden causar reacciones alérgicas en aproximadamente un 5% de los pacientes que las toman. Reacciones menores frecuentes son erupciones rojizas de la piel, picazón en la piel y ocasionalmente fiebre y dolor de las articulaciones. Un efecto colateral más raro (ocurre en 1 de cada 500 pacientes) pero más serio es una disminución en el número de glóbulos blancos. Esto puede disminuir su resistencia a las infecciones. El daño al hígado es otro efecto colateral muy raro. Ante la sospecha de infección tal como fiebre o dolor de garganta o si desarrolla un color amarillo de los ojos, orina oscura, fatiga severa o dolor abdominal usted debe dejar de tomar el medicamento y comunicarse con su médico.

YODO RADIACTIVO:

Otra manera de tratar el hipertiroidismo es dañando o destruyendo las células tiroideas que producen hormona tiroidea. Como estas células necesitan yodo para producir hormona tiroidea, captarán cualquier forma de yodo que esté en la sangre, sea este radiactivo o no. El yodo radiactivo utilizado en este tratamiento se administra vía oral, usualmente en forma de una cápsula pequeña que se toma una sola vez. Una vez que se traga, el yodo radiactivo penetra en la corriente sanguínea y es captado rápidamente por las células tiroideas hiperactivas. El yodo radiactivo que no es captado por las células tiroideas desaparece del cuerpo en cuestión de días. Es eliminado en la orina o transformado por descomposición en un estado no radiactivo. En un período de varias semanas a varios meses (durante el cual se puede utilizar tratamiento con fármacos para controlar los síntomas) el yodo radiactivo daña las células que lo han captado. Como resultado, el tiroides o los nódulos tiroideos se reducen de tamaño y el nivel de hormona tiroidea en la sangre vuelve a lo normal. A veces, los pacientes seguirán teniendo hipertiroidismo, pero generalmente menos severo que antes. Para estos pacientes, se puede utilizar un segundo tratamiento si es necesario. Más frecuentemente, después de unos pocos meses sobrevendrá el hipotiroidismo (una glándula hipoactiva). De hecho, la mayoría de los pacientes que son tratados con yodo radiactivo desarrollarán hipotiroidismo después de un periodo de meses a años. El hipotiroidismo puede ser tratado fácilmente con un suplemento de hormona tiroidea que se toma una vez al día.

El yodo radiactivo se ha utilizado para tratar pacientes con hipertiroidismo durante más de 60 años. Debido a la preocupación de que el yodo radiactivo pudiera de alguna manera dañar otras células del cuerpo, producir cáncer o tener otros efectos a largo plazo no deseados tales como infertilidad o defectos de nacimiento, los primeros médicos que utilizaron el yodo radiactivo tuvieron mucho cuidado de tratar sólo pacientes adultos y de observarlos cuidadosamente por el resto de sus vidas. Afortunadamente, ninguna complicación del tratamiento con yodo radiactivo ha sido aparente después de muchas décadas de cuidadoso seguimiento de los pacientes. Como consecuencia, en los Estados Unidos, más del 70% de los adultos que desarrollan hipertiroidismo son tratados con yodo radiactivo. Cada vez más niños están siendo también tratados con yodo radiactivo sin desarrollar complicaciones.

CIRUGÍA:

Su hipertiroidismo puede ser curado en forma permanente eliminando quirúrgicamente la mayor parte de su glándula tiroides. Este procedimiento es mejor que lo realice un cirujano con suficiente experiencia en cirugía de tiroides. La operación puede ser peligrosa a menos que su hipertiroidismo haya sido previamente controlado por un fármaco antitiroideo o betabloqueante (ver a continuación). Usualmente, durante unos días antes de la cirugía, su cirujano puede indicarle tomar unas gotas de yodo no radiactivo (yodo Lugol o yoduro de potasio sobresaturado). Este yodo adicional reduce el suministro de sangre a la glándula tiroides haciendo la cirugía más fácil y más segura. Aunque cualquier cirugía conlleva riesgos, complicaciones importantes de la cirugía de tiroides ocurren en menos del 1% de los pacientes operados por un cirujano con experiencia. Estas complicaciones incluyen daño a las glándulas paratiroides que rodean a la tiroides y controlan los niveles de calcio en el cuerpo (ocasionando problemas con niveles de calcio bajos) y daño a los nervios que controlan las cuerdas vocales (causando voz ronca).

Después de que la glándula tiroides es extraída quirúrgicamente, la causa de su hipertiroidismo ha sido eliminada y probablemente usted desarrollará hipotiroidismo. Al igual que con el hipotiroidismo que ocurre después del tratamiento con yodo radiactivo, los niveles de hormona tiroidea en la sangre pueden normalizarse tomando una vez al día un suplemento de hormona tiroidea.

BETABLOQUEANTES:

Independientemente de cuál de estos tres métodos de tratamiento usted reciba para su hipertiroidismo, su médico podrá prescribir una clase de medicamentos conocidos como agentes betabloqueantes, los cuales obstruyen la acción de la hormona tiroidea en el cuerpo y corrigen los síntomas de hipertiroidismo. Generalmente, estos medicamentos le harán sentir mejor en cuestión de horas, aun cuando ellos no cambian los altos niveles de hormona tiroidea en la sangre. Estos fármacos (propranolol, atenolol, metoprolol) pueden ser extremadamente útiles en reducir su frecuencia cardíaca, los temblores y el nerviosismo hasta que una de las otras formas de tratamiento haya tenido la oportunidad de ejercer su efecto.

Dr. Carlos Sánchez Juan

Unidad de Endocrinología. CHGUV.